El problema de escasez y de calidad del líquido puede derivar en enfermedades entéricas
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DOBLE LLAVEJosé María de Viana es ingeniero civil. También es una referencia en Venezuela al momento de hablar de servicios públicos: fue presidente de Movilnet y de Hidrocapital (1992-199). Por esa experiencia, el equipo de Doble Llave decidió conversar con él para entender más sobre los problemas derivados del racionamiento de agua en Venezuela.

La sequía ha afectado al país. Esto ha llevado al Gobierno a adoptar medidas de racionamiento. No obstante, las mismas no han sido uniformes en todo el territorio nacional: hay sectores, como algunos del estado Vargas, que solo han recibido agua desde las tuberías menos de diez veces en lo que va de 2016. Estas comunidades, explica De Viana, se encuentran expuestas a ciertos riesgos de salud.

La falta de agua facilita la aparición de enfermedades entéricas, las cuales, asegura el ingeniero, son unas de las principales causas de la mortalidad infantil. Estos padecimientos pueden surgir por la ausencia de agua o por el consumo de agua de baja calidad. Y es que Venezuela experimenta, según De Viana, tres problemas fundamentales: uno, escasez; dos, ausencia de una infraestructura en buen estado para la distribución del agua; y tres, la calidad del líquido.

Esto último, comenta el ex presidente de Hidrocapital, es evidenciable mediante los sentidos: muchas veces el agua que sale de las tuberías muestra un color amarillento, o acre; tiene un mal olor, y un sabor desagradable. Esto, por supuesto, atenta contra la salud de quienes la consuman y los acerca a sufrir enfermedades peligrosas.

Además, aclara De Viana, la salud pública depende directamente del acceso al agua potable. ¿Qué calidad de atención pueden recibir las personas en los centros del país si los mismos no contienen suficiente agua en buen estado?

¿Por qué el racionamiento no es uniforme en todo el territorio nacional?

El problema del racionamiento es distinto en cada zona del país, ya que está acondicionado, aclara el ex presidente de Hidrocapital, por la infraestructura de cada estado. La falta de embalses hace que haya zonas más afectadas, lo que se suma al deterioro de las tuberías. De este modo, hay sectores que han pasado hasta varias semanas sin recibir agua.

Se sobreentiende, por consecuencia, la obligación de envasar este líquido por largos periodos de tiempo. Lo que a su vez podría generar la propagación de mosquitos transmisores de enfermedades ya han causado estragos en el país: dengue, chikungunya y zika.

Samuel Bello

Fotografía Gettyimages.

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