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DOBLE LLAVE – Hace más de 25 años Donald Trump aseguraba que había que legalizar las drogas para «ganarle la guerra a los narcotraficantes». En la actualidad la legalización de la marihuana se encuentra extendida a lo largo de Estados Unidos, donde además ha nacido un mercado en auge de millones de dólares que atrae a inversores y empresas.

Sin embargo, expertos creen que el sector debe temerle a Trump como presidente, ya que su fiscal general, el conservador Jeff Sessions, ha dejado claro estar en total desacuerdo con dichas legalizaciones. En el año 2015 dijo que «Las buenas personas no fuman marihuana» y en la actualidad juega un papel vital en el asunto, a pesar de que más de la mitad de los estados de su país permiten el consumo de la marihuana medicinal y la constitución sigue prohibiendo la sustancia.

Un cambio que supone un riesgo para el mercado

Durante el Gobierno de Barack Obama la industria de la marihuana ilegal creció porque el ex presidente prefirió no inmiscuirse en el asunto, sin embargo, lo que llama la atención de expertos es que la opinión de hace años de Trump puede haber cambiado, ya que en medio de su campaña electoral se refirió al estado de Colorado, donde hay un gran número de comercios de venta de marihuana, como «un problema serio».

El portavoz del presidente, Sean Spicer, dijo también hace poco que espera a partir de ahora una «imposición más fuerte» de la prohibición del cannabis por parte de las autoridades.

A pesar de la incertidumbre, el sector demuestra estar tranquilo. Troy Dayton, presidente ejecutivo de Arcview Group, un gran grupo de inversores y de consultoras centrado en este sector dijo que «hay muy pocas posibilidades de que el Gobierno de Trump proceda con dureza contra el negocio de la marihuana». Dayton considera que Sessions tiene una opinión «absurda» de la marihuana, a la que considera «solo un poco menos mala que la heroína», pero no cree que el «boom» esté en peligro. En parte por la amplia aprobación de la que goza la legalización entre los ciudadanos.

«Además, la industria del cannabis crea puestos de trabajo y genera beneficios al Estado a través del pago de impuestos. Simplemente no veo ninguna razón política para estar en contra», señaló.

Actualmente, la venta clásica de «hierba» es solo una parte del negocio. Bajo el término «edibles» se comercian diversos artículos relacionados con esta sustancia: desde cigarrillos electrónicos de marihuana, bebidas o galletas, hasta tranquilizantes y estimuladores del apetito, pasando por pastillas y cremas.

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