Posiblemente, los padres transmitan a sus hijos las fobias a los arácnidas y a las serpientes
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DOBLE LLAVE – El Max Planck Institute de Alemania, descubrió que el miedo a las arañas, serpientes u otros animales, no es aprendido sino innato.

Tras diversos estudios en el que tomaron en consideración las reacciones de un grupo de bebés de seis meses de edad, al que mostraron imágenes de arañas y serpientes “los niños tenían las pupilas mucho más dilatadas. Su cuerpo reaccionaba con estrés ante estos animales”

La explicación que los especialistas encontraron fue que el comportamiento es un aprendizaje humano que se ha ido adquiriendo con el paso de los años y que se ha ido traspasando de padres a hijos durante generaciones y ya los bebés nacen con este miedo.

Yisneidy Pérez

Con información de Revista Quo.

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