0

DOBLE LLAVE – Más de 600 civiles han muerto desde principios de año en el centro de Malí como resultado de la ola de violencia sin precedentes que se viene registrando en esa parte del país, principalmente en la provincia de Mopti, según denunció la ONU.

El centro de Malí ha sido escenario de una espiral de violencia nunca vista hasta ahora desde principios de año, con ataques de grupos yihadistas pero sobre todo con matanzas de carácter intercomunitario que enfrentan a los peul (tradicionalmente pastores musulmanes a los que se identifica con los grupos islamistas) y dogon, una comunidad dedicada a la agricultura, a la que protegen milicias de autodefensa.

Leer también: OMC: La malaria mata a un niño cada dos minutos

Además de los muertos y las decenas de heridos, según Naciones Unidas, los desplazados por la violencia en las regiones de Mopti y Ségou prácticamente se han multiplicado por cuatro, pasando de 18.000 en mayo de 2018 a 70.000 en el mismo mes de este año, lo que representa el 58% del total de desplazados en Malí, actualmente unos 120.000.

«Numerosas localidades han quedado casi vacías y la vida de miles de civiles está en peligro en las zonas de conflicto», denunció la coordinadora humanitaria de la ONU para el país, Mbaranga Gasarabwé, en un comunicado.

Por ello, «para evitar que ocurra lo peor», hizo un llamamiento a «todos los actores para que pongan fin a la escalada de violencia con el fin de garantizar la protección de los civiles y el restablecimiento de la cohesión social en el centro».

La violencia impactó en servicios sociales básicos como la educación y la salud. Así, casi el 65% de las 926 escuelas cerradas en Malí por la inseguridad se encuentran en Mopti, donde hay más de 179.000 menores privados de su derecho a la educación.

Bárbara Méndez / @barbie_zml

Con información de dpa

Científicos diseñaron un pez robot

Entrada anterior

Guterres insiste en profundizar el diálogo en Venezuela

Siguiente entrada

Comments

Leave a reply

Más en Destacadas