Los muertos en Venezuela no descansan en paz

DOBLE LLAVE – Declarado Monumento Histórico Nacional en el año de 1982, el Cementerio General del Sur, en Caracas está constantemente en los titulares de la prensa por el deteriorado estado en el que se encuentra y por la «inseguridad» de la cual son víctimas sus «habitantes».

Los restos de las personas que están ahí enterradas son frecuentemente extraídos, algunos en partes y otros por completo, sin que los familiares puedan hacer algo al respecto. En 2015 el concejal del cabildo metropolitano, Carlos Guillermo Arocha, denunció que más del 40% de las tumbas estaban profanadas porque algunas «piezas» tienen valor comercial. 

Para el sociólogo Ramón Piñango esto es resultado del estado de anomia que vive el país, es decir, la ausencia de normas y pérdida de valores, sumado además a la cultura delincuencial, prácticas de brujería, magia negra y falta de buenas políticas de Estado.

«La profanación de tumbas tiene mucho que ver con la falta de seguridad en el cementerio, la delincuencia cobró mucho cuerpo», afirma Piñango, quien además comenta que «no hay vigilancia que pueda garantizar la visita de familiares sin que los asalten por lo que dejan de ir».

Como alternativa para prevenir estos hechos los ciudadanos han optado por otras formas de despedir a sus seres queridos. «Mucha gente está optando por cremar a sus muertos para evitar este tipo de situaciones, puede que no sea económico, pero es gasto de una sola vez», finaliza el sociólogo.

Alejandra Watts

Fotografía Gettyimages