No siempre son malos, de hecho, éstos se convierten en atributos que las personas deben tener para ser emprendedores exitosos
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En una gran empresa con ciertos principios establecidos y normas rigurosas que se deben seguir al pie de la letra, no todas las personas se sienten a gusto aunque tengan «el trabajo soñado».

De alguna manera las inconformidades se manifiestan en el rendimiento, ciertos comportamientos y maneras de actuar o afrontar situaciones según sea el caso. Sin embargo, los defectos no siempre son malos, de hecho, éstos se convierten en atributos que las personas deben tener para ser emprendedores exitosos.

Es importante mantener en todo momento la ética laboral, la persistencia y la disciplina. A continuación mencionaremos algunas señales que, pese a ser considerados como «defectos«, pueden ser indicadores de que estás hecho para ser un emprendedor.

  • No eres una persona que se deja llevar por la corriente y la estática te molesta.
  • Te aburres con facilidad. Las actividades que no ponen a prueba tus habilidades hace que pierdas rápidamente el interés por lo que haces.
  • Te han despedido de varios trabajos. Es probable que se te haga difícil estar en un trabajo fijo porque quieres crear algo inspirador.
  • Te consideran un rebelde. Puedes estar consciente de que la grandiosidad está fuera de los límites de la comodidad y piensas que algunas reglas no van contigo y te llevar a resistirte a la autoridad.
  • Te encuentras buscando formas de hacer las cosas mejor y diferente, lo que hace que compartas la visión de tus ideas aunque nadie te lo pida.
  • Se te hace difícil mantener por mucho tiempo una conversación de cortesía con términos rebuscados o poco frecuentes en tu lenguaje común, aunque conozcas sus significados y usos. Es más fácil hablar de forma directa y concisa en un lenguaje general que todos puedan comprender.
  • Eres obsesivo, puede que en algún momento te hayan etiquetado por iniciar algo y no lo dejas hasta terminar. Esto no es una enfermedad o una deficiencia. Todos los grandes emprendedores han trabajado de lleno en su visión.
  • Temes estar solo. Es común en nuestra sociedad, debido a que estamos condicionados a pensar que emprender es más riesgoso que tener un “buen trabajo”. La realidad es que en ambos casos hay inestabilidad. Lo mejor es aprender a manejar las situaciones con inteligencia emocional.
  • Te es casi imposible relajarte. Te cuesta dormir porque tienes demasiadas ideas que te mantienen despierto e incluso se te aparecen en sueños.
  • Te sientes fuera de lugar. Si lo aprendes a canalizar podrás convertirlo en tu motivación para reconocer que dentro de ti hay un emprendedor en potencia.

Es importante mantener en todo momento la ética laboral, la persistencia y la disciplina

Natasha Guevara

Con información de agencias.

Fotografía Gettyimages.

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