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DOBLE LLAVE – Este 5 de noviembre, las directivas de Boca Juniors y River Plate ratificaron que la final de la Copa Libertadores se jugará sin la presencia de aficionados visitantes. Esto luego de que por cinco días se mantuvieran negociaciones en las que inclusive intervino el presidente argentino, Mauricio Macri.
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Claudio Tapia, presidente de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), en compañía de Daniel Angelici, presidente de Boca y Rodolfo D’Onofrio, del River, leyó un comunicado en el que se reitera que las directivas de ambos equipos «coincidieron en que, a pesar de lo atractivo que genera la presencia de dos parcialidades», esa situación podría ocasionar problemas para los socios, los cuales perderían la posibilidad de asistir a los encuentros, ya que los lugares serían ocupados por los visitantes.
Por su parte, Angelici y D’Onofrio aseguraron reconocer y valorar el interés mostrado por Macri, quien había hecho pública su opinión de que los partidos de la final debería permitirse la presencia de visitantes en las gradas, si bien, más tarde, aclaró que la decisión quedaba en manos de los clubes.
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La prohibición de la hinchada visitante en los partidos de fútbol de todas las categorías se implementa en Argentina desde 2013, bajo el mandato de Cristina Fernández. Esto en razón de que en conjunto con la AFA, el gobierno argentino se propuso frenar la violencia en los espectáculos deportivos.
Por otra parte, el cambio de fecha que había sido solicitado por las directivas de Boca y River fue rechazado por la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol). Los clubes pedían que los partidos se efectuaran los domingos 11 y 25 de noviembre, en lugar de los sábados 10 y 24, pero ante la negativa de la confederación se mantiene la fecha prevista.
Karina Villarreal
Con información de DPA.
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