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DOBLE LLAVE – La donación de órganos es un acto de solidaridad que permite a otro ser humano disfrutar de una segunda oportunidad para vivir con mayor plenitud y mejor estado de salud.

La Dra. Carmen Luisa Milanés, asesor médico de la Organización Nacional de Trasplantes de Venezuela (ONTV) cuenta que desde su fundación en 1999, esta institución se encargó de la procura de órganos, gracias a una comisión asignada por parte del Ministerio de Salud para esta actividad; sin embargo, a lo largo del 2014, esta actividad fue traspasada a la Fundación Venezolana de Donaciones y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células (Fundavene), una fundación adscrita al despacho de ministro.

Desde entonces, ha sido el organismo gubernamental el “responsable de todo lo que corresponde a la donación y trasplante en Venezuela”. Así mismo, la doctora puntualiza que además es “Fundavene quien lleva el registro de pacientes en lista de espera para trasplante (la mayoría en diálisis), también lleva el registro de donantes».

La procura de órganos consiste en la búsqueda de órganos, es decir, la visita a hospitales para informar a los familiares de pacientes con muerte cerebral, la importancia de este proceso y con ello conseguir una segunda oportunidad de vivir para aquellos que necesitan un trasplante.

Asignación de órganos

La asignación de órganos en el país está mediada por “un método automático”, es decir, con un software creado dentro de las fronteras venezolanas, que recibe el nombre de Sistema de asignación de órganos y tejidos de Venezuela.

Para poder recibir la donación, es necesario que se ingresen “los datos de los pacientes, cuándo ingresaron a la lista, cuándo ingresaron a diálisis, qué edad tienen, dónde se dializan, cuál es su porcentaje de sensibilización y su grupo sanguíneo”.

Una vez se encuentra un órgano, el sistema coteja todos estos parámetros y realiza la asignación al receptor que se encuentre en el primer lugar de la lista de espera de sistema de asignación.

Una árida situación de procura

En la actualidad, la sociedad venezolana se ha visto afectada por una espinosa coyuntura social, que ha causado que la “situación de trasplantes esté en estado crítico” puntualiza Milanés.

La especialista de salud resalta “en este momento la situación es crítica desde todo punto de vista” ya que desde mayo del 2016, la procura de órganos provenientes de cadáveres está paralizada de forma oficial, pues en el país “no hay la infraestructura autorizada, ya que los centros públicos de salud no tienen las condiciones para hacer los trasplantes” y la “medicación inmunosupresora se suministra de manera muy irregular en Venezuela, y son las que permiten que el paciente no rechace el órgano”.

Por otra parte, Milanés señala que el proceso de trasplantes no está del todo paralizado. Ella resalta que sí se han realizado donaciones de pacientes vivos en quirófanos de instituciones privadas y que tanto estos centros de salud, como los médicos encargados de llevar a cabo el procedimiento, exigen a la persona que se someterá a la cirugía que garantice que por su cuenta conseguirán el tratamiento inmunosupresor inmediato, así como la medicación de mantenimiento de al menos seis meses para no rechazar el nuevo órgano.

No obstante, es importante resaltar que la medicación inmunosupresora debe ser tomada de por vida, luego de haber recibido un trasplante.

Actividad institucional

A pesar de que la donación de órganos y su posterior trasplante es un tema de gran peso en las sociedades mundiales, en Venezuela esta actividad mantiene en vilo a los expertos de la salud y personas que necesitan de un nuevo órgano.

La asesora resalta que “uno de los problemas que hay actualmente es que no hay información, el Ministerio de Salud no ha revelado información sobre la labor que desarrollan actualmente para trabajar en este problema de las donaciones”.

Ante ello, la experta de la ONTV comenta que “se necesita una solución técnica consensuada de todos los que participan en este proceso incluyendo autoridades de salud, centros de trasplantes, los médicos que intervienen y los pacientes. Quienes son los principales afectados de este problema”.

Un olvidado marco legal

El 14 de Junio de 2011 fue modificada la Ley de Trasplante de Órganos y Materiales Anatómicos en Seres Humanos. Los cambios a esta legislación son «bastante buenos y abordan aspectos que no estaban en la anterior» comenta Milanés.

No obstante, la asesor médico de la ONTV comenta que a pesar de que es muy importante tener un claro marco legal para este tema, «la ley no se cumple a cabalidad y según un estudio sólo se cumple un 40%». Esto se traduce en un amplio margen de incumplimiento que de las normas establecidas en este instrumento legal.

La doctora explica que esta violación a la ley no se limita a un sujeto o institución en particular. No obstante, la infracción a la normativa de trasplantes es realizada por empresas, la ciudadanía, el sistema de salud público y las medidas gubernamentales.

La escasez de medicamentos en Venezuela, específicamente los inmunosupresores son un ejemplo de una violación del artículo 83 de la Constitución Bolivariana de Venezuela, donde se consagra el derecho a la salud, como un derecho fundamental y además se puntualiza que es obligación del Estado garantizarla.

Pero allá del acceso a la salud, se infringe un importante derecho humano: el derecho a la vida.

La línea entre la vida y la muerte

Para las personas que necesitan un trasplante la paralización de la procura de órganos ha sido fatal para su salud, ya que sólo las personas con problemas de riñón pueden someterse a un tratamiento alternativo mientras esperan por una oportunidad de mejora.

Sin embargo, hay un grupo que vive una situación aún más angustiosa: los pacientes trasplantados. La crisis que ellos enfrentan desde hace algunos meses es la falta de inmunosupresores que permitan garantizar el mantenimiento del órgano que recibieron en el pasado.

Ante la situación que afronta esta comunidad, muchas han sido las voces que han dado testimonio de esta realidad y un ejemplo de ello es Naylet Guerrero de Castro, quien es trasplantada desde hace 15 años ya frente a la ausencia de medicación vendió la mayoría de sus bienes para comprar la medicación en el exterior, pero que no llegó a concretar sus planes ya que el dinero que tenía no fue suficiente.

Otro caso es el de Belkys Solórzano, quien luego de 13 años de ser paciente trasplantada, perdió el órganos y posteriormente la vida por no tener acceso al tratamiento médico indicado durante tres meses.

Bárnara Méndez / @barbie_zml

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