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El líder de Corea del Norte, Kim Jong-Un, pidió este viernes un diálogo abierto con Corea del Sur en su discurso de Año Nuevo, tras un 2015 en el que se ha escuchado ruido de sables y hubo intentos de acercamiento, indicó dpa.
Pyongyang, dijo: «quiere emprender esfuerzos agresivos para conversar y mejorar las relaciones con Corea del Sur«. El líder norcoreano, sin embargo, no hizo ninguna propuesta concreta de diálogo. Sí señalo que tiene máxima prioridad la recuperación económica del país, uno de los más empobrecidos pero altamente armado.
«Estamos dispuestos a conversaciones sin prejuicios con cualquiera que quiera la paz y la reconciliación», indicó Kim Jong-Un.
Los 30 minutos de discurso, que fueron retransmitidos por la televisión estatal, no estuvieron exentos de amenazas a Corea del Sur. Advirtió al Gobierno de Seúl, al que pidió abstenerse de actuaciones que no contribuyan a «una atmósfera reconciliadora«. Como suele ser habitual, amenazó además con «una guerra santa despiadada» si los agresores y provocadores osan atacar la soberanía del país.
Pese a ello, los analistas surcoreanos apreciaron un tono más contenido en Kim. Tanto miembros del Gobierno como de la oposición saludaron con cautela sus palabras.
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Con información de dpa.
Fotografía REUTERS/Kyodo
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