Un nuevo estudio realizado en Gran Bretaña reveló que los pacientes opinan igual que los médicos sobre el cuidado de la salud oral posterior a un implante. Esto se debe a la sensibilidad que genera en la boca de la persona luego de la intervención.
En el estudio, los pacientes de entre 23 y 92 años atendidos respondieron cuestionarios previos a la intervención y fueron evaluados para determinar si sus visiones coincidían con lo que los médicos detectaban en sus bocas.
Los autores se concentraron en cinco áreas de la salud bucal después de un implante: estética, piezas sueltas, sangrado, implantes fracturados y oclusión. En ninguna de esas variables hubo una diferencia significativa entre las opiniones de los médicos y de los pacientes, según publican los autores en British Dental Journal.
Los pacientes percibieron fracturas de los implantes en el 5,3% de los arreglos, mientras que los odontólogos las detectaron en el 1,4% de los casos. Además, los pacientes detectaron una pieza floja en el 14,7% de los implantes y los dentistas, en el 13,3% de los casos.
Luego de la implantación de una pieza dental, el paciente es más consciente de cuál es el estado óptimo de un diente, la firmeza que debe tener y cuál debe ser el estado de la encía para considerarse sana. Sin embargo, no es necesario tener un implante para preocuparse por la salud dental: un excelente cuidado bucal es ideal para no tener que pasar por esa situación.
EC
Con información de agencias.
Fotografía Gettyimages.
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