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El gigante tecnológico Google celebra este domingo su aniversario número 17 inmerso en un éxito económico que no ha parado de sorprender a los grandes inversionistas y empresarios del mundo. El buscador, hijo de Larry Page y Sergey Brin, dio sus primeros pasos en un garaje de la de Menlo Park en California sin pensar en que se convertiría en uno de los motores de búsquedas más importantes de este siglo.

Sus creadores, que se conocieron en 1997 en la Universidad de Stanford cuando apenas disfrutaban de los veinte, se establecieron un propósito “organizar una cantidad aparentemente infinita de información en la Web”, y definitivamente lo lograron. Google revoluciono la manera de entender el Internet, diversifico de manera simple las vías de acceso a la información, en fin, reinventó las reglas del juego.

Inicialmente lo llamaron BackRub pero luego de algunos meses le dieron el nombre de Google, basados en el término matemático gúgol, el número uno seguido de 100 ceros. Y lo que parecía un término difícil de entender se ha convertido en una palabra esencial del léxico popular de la última década.

Google como propuesta innovadora apostó por el éxito coqueteando con lo improbable y lo hizo perfectamente probable e ilógicamente rentable. La revista Forbes ubicó, en 2014, sus fortunas en los puestos 20 y 21, con 22.700 y 22.200 millones de dólares, respectivamente. Fueron los únicos menores de 40 años en la lista integrada por las cien fortunas más ricas del planeta.

Apostar al cambio parece ser el camino al éxito.

YR

Con información de La Voz de Galicia. 

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