Los alimentos de intensos colores contienen propiedades anticancerígenas que evitan la activación de células malignas
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha asegurado que evitar la obesidad podría prevenir el cáncer en los niños, tal deducción invita a reflexionar sobre la nutrición y los hábitos alimenticios de los más pequeños.

Es importante que los padres adopten hábitos que prevean la ingesta de frutas y verduras, así como el ejercicio físico. Aunque esto es bien conocido podría  existir la posibilidad de que sea más beneficioso de lo que se creía.

El solo hecho de consumir frutas podría evitar el cáncer infantil según un estudio del Centro de Cáncer Integral del Estado de Ohio, EEUU, publicado en la revista «Cáncer Prevention Research» y en el sitio web de la Asociación «5 al día».

Científicos comprobaron que algunos de los pigmentos naturales presentes en frutas y hortalizas poseen propiedades anti cancerígenas.

En el experimento se emplearon ratas de laboratorio. Se logró observar que las antocianinas de ciertas frutas inhibían el crecimiento y estimulaban la muerte celular.

En las moras, la granada, las berenjenas, ciruelas, cerezas o las uvas, se puede encontrar las antocianinas, una clase de flavonoides que aportan el color rojo brillante, azul o morado, y que puede prevenir cáncer.

Las propiedades de las antocianinas también son conocidas como las antivirales, hemostáticas y antioxidantes. Además contribuyen a la conservación de la salud visual, protegiendo la retina, y también defiende al corazón de diversas enfermedades cardiovasculares.

Yelimar Requena

Con información de dpa.

Fotografía Gettyimages.

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