0

Francia vuelve a estar en shock. Cuando no han pasado más de seis meses desde el sangriento atentado contra la redacción de «Charlie Hebdo» en París, el ataque de este viernes contra una planta de gas en una pequeña localidad próxima a Lyon volvió a plantear la pregunta de si la seguridad del país es capaz de evitar nuevos ataques.

La planta de Saint-Quentin Fallavier, en la que un vehículo al parecer intentó embestir contenedores de gas, no contaba con medidas particulares de seguridad, pese a que detrás de las vallas del predio se opera con material muy delicado.

El fabricante, Air Products, debe atenerse a las disposiciones de la UE para el control de accidentes con sustancias peligrosas, una medida que se remite al terrible accidente registrado en la localidad italiana de Seveso en 1976.

Francia cuenta con numerosas fábricas en las que se manejan productos delicados, sobre todo en las provincias, fuera de las ciudades, y tras el ataque de hoy, el gobierno ordenó elevar las disposiciones de seguridad.

En París sigue vigente el máximo grado de alerta. Las calles continúan siendo patrulladas por unidades fuertemente armadas de la policía, de la gendarmería y del Ejército, y cuando en la torre Eiffel se efectúa un ejercicio de evacuación, la plaza se convierte en pocos minutos en un fortín militar. La serie de atentados que vivió el país en enero sigue presente en la vida de los franceses.

Por entonces dos atacantes mataron a doce personas en la redacción de la revista satírica «Charlie Hebdo» y en los días siguientes se dio muerte a una policía y a otras cuatro personas que habían sido tomadas rehenes por un terrorista en un supermercado judío. Los tres atacantes, que dijeron actuar en nombre de organizaciones islámicas, fueron abatidos en las operaciones de rescate.

En abril la policía nacional dijo haber evitado un ataque terrorista contra una iglesia y, según el parte oficial, el presunto atacante tenía conexiones con Siria. Poco antes, la emisora TV5 Monde sufrió un ciberataque a su sistema que hizo colapsar su programación. En la web y las cuentas del canal en las redes sociales se publicó propaganda de la milicia terrorista Estado Islámico (EI).

Muchos franceses se sienten inseguros porque los terroristas, en más de un caso, habían sido detectados como potenciales peligros por oficinas de seguridad antes de que intentaran pasar a la acción. Los atacantes de «Charlie Hebdo» estaban bajo la lupa de los investigadores, al igual que el atacante del supermercado.

El sujeto que planeaba el presunto ataque contra la iglesia también figuraba en la mira de las autoridades y el hombre que fue detenido tras el atentado de hoy también le era conocido a las unidades antiterroristas.

El ministro del Interior de Francia, Bernard Cazeneuve, informó que el arrestado tenía vínculos con el movimiento salafista y que existía un expediente sobre él iniciado en 2006 que fue interrumpido en 2008. No había nada contra el individuo.

Francia está en la mira de los combatientes islamistas desde hace años por su involucramiento en la lucha contra el terrorismo en diversos países. En Mali las tropas francesas combaten desde hace más de dos años contra rebeldes terroristas. En el norte de Irak participan de la alianza integrada también por Estados Unidos en la lucha aérea contra posiciones del EI.

Tras el ataque de hoy, el presidente François Hollande se mostró resuelto y aseguró que los franceses no sólo exigen protección y prevención de este tipo de ataque, sino que también es hora de «eliminar a los grupos y los individuos que son responsables de estos atentados».

LS

Con información de dpa.

Fotografía Gettyimages.

Taxista: un oficio peligroso

Entrada anterior

Mantén a tus empleados motivados

Siguiente entrada

Comments

Comments are closed.

Más en Destacadas