Equipados con indumentaria de seguridad, estos profesionales de la fotografía se arriesgan a diario para capturar la realidad del país
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DOBLE LLAVE – Un reportero gráfico es especialista en captar y contar, a través de imágenes, las realidades de una situación, ya sea política, cultural, deportiva o artística de forma profesional y objetiva. Gracias a este trabajo, los periodistas acompañan a las historias más llamativas con retratos que pueden describir de forma muy certera el hecho que aconteció y que los ciudadanos quieren conocer.

El fotoreportero tiene la capacidad de narrar fácilmente, con una foto, todo un suceso y las escenas captadas; incluso, en ocasiones, exponen sus vidas a cambio de obtener la imagen más precisa de la realidad. En Venezuela, desde el inicio de las protestas y manifestaciones en contra del Gobierno de Nicolás Maduro, los reporteros gráficos se han posicionado como los profesionales de la información que más se arriesgan por enseñar lo que acontece en cada jornada.

Anthony Ascer Aparicio, reportero gráfico de Contrapunto, asegura que aunque es un trabajo duro, se siente con la responsabilidad de salir a cubrir y mostrar lo que no todos tienen acceso a ver. Le apasiona como fotógrafo llevar a los medios su trabajo, y aunque vive con la idea de que podría ser robado, se enfrenta al riesgo con la responsabilidad y la pasión que le pone a lo que hace. «Aunque no me han robado, siempre estoy atento. El ataque puede venir de donde menos lo esperas» dice.

Venezuela Protests. Caracas, Venezuela. (29-06-2017) #Photojournalism #ProtestasVenezuela

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Recientemente, tomó una de las fotografías más fuertes de la represión. Estudiantes siendo encerrados en un camión tipo cava con gas lacrimógeno adentro.

Rafael Hernández, fotoreportero de NTN24, explica que aunque muchos de sus colegas sienten que exponen su vida, integridad, seguridad y equipos constantemente, el trabajo debe realizarse porque hay que informar. «Las amenazas por parte de los manifestantes, colectivos y fuerzas de seguridad son una constante. En los últimos tiempos hemos tenido que maximizar nuestros mecanismos de defensa y prevención y estar juntos, cubrir en parejas o entre varios, con mucho cuidado de que la PNB o la GNB no eviten que hagamos nuestro trabajo» señala.

Por otro lado, asegura que aunque el Ministerio Público ordenó a las fuerzas de seguridad que protejan el trabajo de los periodistas, las agresiones han continuado e incluso se han agravado. «Se intensificó el acoso por las redes sociales para desacreditar nuestro trabajo. Suben imágenes sin permiso, usan nuestro nombre y pretenden que la gente pierda la confianza en lo que hacemos. En la calle todos andan preguntando «¿de qué medio eres?» y dependiendo de lo que respondes te agreden de una forma u otra. Eso no debería ser así, porque los periodistas estamos al servicio de la sociedad exclusivamente, no tenemos parcialidad política y nos cuidamos mucho de eso. Hay que tener las dos versiones, contrastar hechos e investigar antes que nada» destaca.

Este #Junio el #MovimientoEstudiantil convocó un Trancazo Nacional de 12 a 4pm | Fue recurrentemente atacado por la PNB y la GNB con perdigones y gas lacrimógeno

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Hernández ha permanecido desde el inicio de las protestas en la «fila de adelante» fotografiando los momentos más resaltantes de las jornadas de manifestaciones.

Andrea Hernández, fotoperiodista de El Estímulo, señala que a diario existe el cuestionamiento interno de la estadía en las «zonas rojas». «Para muchos es una sorpresa conseguirse a una mujer con este tipo de trabajo en el campo de batalla. Es un oficio bastante duro para el cuerpo. El equipo es pesado, y el movimiento limitado». Hernández no ha estado presente en ninguno de los sitios en los que ha caído gente, pero sí ha visto las fotos de sus colegas y afirma que es algo muy duro de procesar.

«Las fuerzas policiales han sido agresivas, por lo menos yo tengo toda la parte de atrás de las piernas llenas de perdigonazos, y los brazos golpeados por bombas. Pero también me han agredido los manifestantes, verbal y físicamente. Empujones, jalones e incluso una vez una señora me persiguió una cuadra para que me lincharan «por infiltrada». Algunos me gritan que no le tome fotos a los muchachos que están adelante, pero ese es mi trabajo, y debo hacerlo aunque no sea fácil» explicó.

Luego de esta entrevista, la joven periodista recibió el impacto de una lacrimógena en la mano izquierda que le ocasionó una herida y fractura del dedo anular. Se encontraba en la avenida Francisco de Miranda, en la zona de El Rosal, cubriendo la manifestación del 22 de junio cuando resultó herida.

Una de las fotografías de Andrea que más comentarios ha recibido. En ella se aprecia a un joven vestido de ejecutivo con equipo de «resistencia».

Durante la jornada de protestas realizadas entre el 13 y 28 de junio se registraron 36 casos de violaciones a la libertad de expresión, que dejaron al menos 39 víctimas entre periodistas, camarógrafos, y miembros de medios de comunicación. Para el cierre de esta redacción se contaban extraoficialmente por lo menos 25 agresiones más.

Ninoska Moncada / @ninoskamci

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