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DOBLE LLAVE – Carros lujosos, aumento excesivo de la riqueza solo en unos pocos, explotación y codicia, son algunos de los factores que ponen en duda el “comunismo” chino, pues según el historiador Zhang Lifan, de ese modelo marxista actualmente solo queda el discurso.

«En China rige un capitalismo elitista que ondea una bandera socialista», asegura el historiador al tiempo que agrega que personas con una inmensa fortuna detentan el poder y explotan a las clases bajas.

Pese a que China ostente ser un país comunista, en la actualidad, tres delegados del congreso en Pekín tienen una fortuna de entre 900 y 1 mil 300 millones de dólares. El número de megarricos con más de 300 millones de dólares aumentó este año en China en 348 hasta un total de 2 mil 130, según Rupert Hoogewerf, quien elabora todos los años la lista de ricos de la renombrada revista «Hurun«.

Durante el congreso de Partido Comunista de China (PCC) el presidente de ese país, Xi Jinping, mencionó la palabra «socialismo» 148 veces, pero para Lifan estas palabras carecen de verdad y por el contrario actualmente en China los privilegiados han monopolizado los bienes, recursos y el poder en el partido.

«Un par de oligarcas se sientan sobre una montaña de bienestar y la distribución social es altamente injusta». Las quejas en el país asiático van desde obreros mal pagados quienes trabajan entre 50 y 60 horas a la semana en las fábricas, en la construcción pierden su trabajo si se caen de un andamio y se lastiman y en general tienen pocos derechos y se les despide con facilidad.

«Crean una ilusión para engañar a la gente. Ni ellos mismos se lo creen. Lo que hacen es exactamente lo contrario de lo que dicen. Nadie les cree ya», concluyó Zhang Lifan, ex miembro de la Academia de Ciencias Sociales.

Ariadna García / @Ariadnalimon

Con información de dpa

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