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La contaminación en las ciudades es un problema que afecta al mundo entero. Las soluciones que se han ido buscando son muchas y variadas, pero aún no se ha dado con la fórmula perfecta.
Una buena parte de la culpa de la contaminación se la llevan los motores diesel, por lo que el fabricante de equipos para los vehículos Continental creó un sensor de urea que convierte químicamente el óxido de nitrógeno (NOx) en nitrógeno y agua.
El dispositivo mide el nivel, la calidad y la temperatura de la solución acuosa de urea en el depósito de AdBlue. Al hacer una solución acuosa de urea, reacciona con óxidos de nitrógeno en el escape del motor y los convierte, como se mencionó arriba, en nitrógeno y agua.
La eficacia del proceso depende de una medición precisa de la cantidad de urea que se inyecta, que a su vez requiere una medición de su concentración.
Continental destacó que la reducción de NOx es, junto a la reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), uno de los mayores desafíos para la industria del automóvil y que, por ello, la compañía de tecnología ha trabajado desde 2011 para el desarrollo de la tecnología de reducción catalítica selectiva.
Amanda Gómez
Con información de Autobild.
Fotografía Gettyimages.
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