Un total de 76 personas murieron entre jugadores del club brasileño y tripulación abordo cuando la aeronave presentó fallas eléctricas
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DOBLE LLAVE – El futuro del equipo brasileño Chapeconese se encuentra en manos de la justicia, tras las demandas que han impuesto familiares de futbolistas y dirigentes fallecidos en un accidente aéreo ocurrido el 28 de noviembre de 2016.

Luego del fatídico accidente fueron creadas dos asociaciones de familiares de víctimas del vuelo 2933 de LaMia: una es la Asociación Brasileña de la Víctimas del Accidente con Chapecoense (Abravic), que tiene funciones de soporte y asistencia a los familiares de las víctimas; la otra es la Asociación de los Familiares y Amigos de las Víctimas del Vuelo de Chapecoense (Afav-C), encargada de las demandas de trabajo contra el club y contra la empresa aérea.

El abogado Marcel Caminos representa a seis familias que resultaron víctimas del accidente –las de los jugadores Bruno Rangel, Lucas Gomes, Ananias Monteiro, Guilherme Gimenez, Ailton da Silva y José de Paiva- en sus demandas en los tribunales laborales contra el club del sur de Brasil opina que la entidad no se comportó de forma solidaria con las familias.

“Nunca pagaron nada más allá de lo que estaban obligado de forma inmediata por ley. (Los directivos del club) dicen una gran tontería, que es afirmar que pagaron el seguro; pero los que pagan ese dinero son las aseguradoras, no Chapecoense. Hicieron el seguro porque es una exigencia legal, no porque sean buenos”, señaló Caminos.

La responsabilidad del Chapecoense con los jugadores y miembros del cuerpo técnico está determinada por la ley 9615/98, que regula la actividad deportiva profesional en Brasil. El abogado añade que el Chapecoense pagó las rescisiones contractuales de los deportistas que perdieron la vida en el accidente, pero que nunca se esforzó para indemnizar a las familias de las víctimas por el daño moral.

El letrado explica que las demandas presentadas en los Tribunales de Trabajo son individuales y no colectivas. Además, subraya que todos los procesos pueden llevar años, ya que aún se tramitan en primera instancia y debe haber muchas apelaciones de ambas partes hasta que se dicte una sentencia definitiva.

Caminos sostiene que para él no es posible determinar el monto de dinero por el que el Chapecoense está siendo demandado, ya que todo depende del contrato de cada jugador y su tiempo de duración.

“Hay muchas cuestiones que litigar. Integrar el contrato de trabajo legal del atleta con el de cesión de imagen para acciones de marketing del club, el daño moral por la muerte, la pensión vitalicia, el lucro cesante de cada futbolista, que toma en consideración el promedio de edad de cada jugador”, enumera Camino algunas de las cuestiones legales que la Justicia laboral deberá determinar.

De esta forma, el futuro institucional del club se presenta difícil cuando, según diversos gestores deportivos de Brasil, el Chapecoense era uno de los mejores clubes administrados de país.

Ariadna García / @Ariadnalimon

Con información de dpa.

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