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En el mundo de los negocios, la competencia es algo natural; por ende, si no puedes estar a la par de aquellos que estén ofreciendo el mismo producto y/o servicio que tú, será inevitable el fracaso.
Que un competidor nuevo se sume con fuerza al mercado o que haya cambios repentinos en el gusto de los clientes son dos de las principales causas del declive en los negocios.
El primer paso para zigzaguear el fracaso es estudiar a la competencia. Compra su producto, entra a su sitio web, consume su servicio, visita sus sucursales, verifica cómo es su trato con los clientes.
Cuando descubras sus ventajas y áreas de oportunidad, analiza si podrías mejorar esos beneficios y suplir las deficiencias.
Luego, averigua en qué estás fallando. Entrevista a tus clientes, habla con ellos: indaga qué les gusta y qué no de tu empresa. Asume las críticas con madurez y profesionalismo.
Para llevar a otro nivel el proceso anterior, averigua las necesidades de tus clientes poniendo la tecnología a tu favor. Mediante diferentes programas puedes evaluar qué tipo de seguidores tienes en las diferentes redes sociales; es importante que comprendas cuál es la edad promedio, sexo y condición económica de tus posibles consumidores.
Una vez realizado los estudios pertinentes, adapta tus estrategias. Mejora lo que disgusta a la mayoría de tus clientes y realiza potenciales estrategias dirigidas al público que interactúa en tus redes sociales.
Por otro lado, ofrecer garantía de tu producto puede ser el valor agregado. Si tu cliente no está a gusto, ofrécele una segunda visita gratuita o con descuento hasta que quede satisfecho.
Por último, ten presente que disminuir los precios no siempre es una buena idea, pues puede atentar en contra de la rentabilidad de la empresa. Si consideras que es oportuno hacerlo, asegúrate de que sea por un tiempo limitado.
LS
Con información de CNN Expansión.
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