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En Chile, varios sectores empezaron a velar por la seguridad laboral con especial ahínco desde el accidente de los 33 mineros en el 2010.
En el 2012, la Asociación Chilena de Seguridad (AChS) selló una alianza con la empresa norteamericana Behavioral Science Techologies (BST) para desarrollar un nuevo sistema de seguridad laboral basándose en el liderazgo de los altos ejecutivos de las compañías.
La empresa usada para poner a prueba el proyecto fue Sodimac. Dicha empresa de comercios de la construcción, ferretería y mejoramiento del hogar.
El programa implicó un fuerte compromiso directivo, la activa participación de los trabajadores y el acompañamiento de un consultor en seguridad estratégica.
Luego de un año de aplicación no sólo se disminuyó la accidentabilidad, sino que aumentó el resultado de su encuesta de clima laboral, así como las ventas.
Temas psicológicos, de clima laboral y aspectos familiares son clave. En ocasiones la compañía debe involucrarse incluso en que sus trabajadores no utilicen el smartphone cuando manejan.
En definitiva, el objetivo es lograr crear una real cultura de seguridad. “Actualmente en cinco de nuestras empresas adherentes estamos trabajando fuerte en realizar intervenciones en cultura de seguridad.
Esto significa incorporar la acción preventiva bajo un modelo sistémico en la gestión de la seguridad, realizando trabajos desde la confiabilidad técnica de los equipos e instalaciones, en los sistemas PEC (sistemas de gestión) y, por último, incorporando la mirada de los factores humanos y organizacionales”, comenta Musa Majluf, director técnico del Centro de Cultura de la Mutual de Seguridad (CChC).
Independiente de lo que esté haciendo el Gobierno o las dos grandes entidades dedicadas al fomento de la seguridad, muchas compañías, grandes o pequeñas, ya están implementando una serie de programas novedosos.
Por ejemplo, Unilever desarrolló recientemente una campaña denominada MOMO (Motor encendido, móvil apagado), que es liderada por su mismo CEO, Paul Polman.
Se comenzará a implementar a partir de este jueves dos de junio y consiste en que ningún empleado de la compañía debe realizar o responder llamadas y mensajes en el teléfono celular mientras conduce por razones laborales, ya sea en un auto de la compañía o en su vehículo personal.
Esta prohibición también incluye el uso de otros aparatos electrónicos (tablets, e-books, laptops, etc.). La iniciativa tiene como objetivo proteger la integridad de los empleados, sus familias y personas cercanas, como así también terceras personas.
Desde 2013, la AChS cuenta con un centro de entrenamiento que simula andamios, torres de telecomunicaciones, superficies inclinadas que simulan trabajo sobre techumbres.
Sin embargo, ninguna de las superficies se ajusta a la realidad de quienes realizan trabajos en postaciones. En este contexto, en conjunto con la empresa CAM Chile se diseñó una capacitación específica para este tipo de trabajos, lo que implicó instalar en el centro dos postes, transformadores y acometidas que simulan un escenario real de trabajo.
Por otro lado, la empresa Marsol tenía el problema del manejo manual de las maletas de herramientas de los técnicos de mantenimiento, que pesaban aproximadamente 23 kilos y les generaban dolencias en la zona lumbar y los hombros.
Como era imposible que dejaran de transportar sus herramientas, la empresa logró implementar una mochila que pudiera distribuir el peso de la carga de la maleta. Se generó un prototipo diseñado con la opinión técnica de especialistas de la AChS y a inicios de este año se inició un período de prueba con 14 mochilas.
Por su parte, la Mutual de Seguridad se encuentra trabajando en tecnología de realidad 360°, que es un software de realidad virtual que recrea un escenario laboral considerando las variables del entorno, y pone en contacto virtual a los futuros trabajadores con procesos que tienen algún nivel de riesgo.
LS
Con información de Pulso.
Fotografía Gettyimages.
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