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DOBLE LLAVE – Una de cada tres personas no protege su celular mediante una contraseña. El demoledor dato lo pone sobre la mesa Raj Samani, directivo de Intel Security, para alertar sobre la aparente indiferencia de los usuarios ante las crecientes amenazas en la red.
Mientras los ataques cibernéticos crecen de manera exponencial y afectan a cualquier usuario, la gran mayoría vive ajena a este fenómeno. Todavía hay un porcentaje muy elevado de usuarios que no protege su celular con contraseña. ¿La causa? La lucha entre la conveniencia y la seguridad. Si se aumenta la primera, disminuye la segunda, y viceversa. Si resulta demasiado complicado desbloquear el smartphone cada vez que llega una nueva notificación, el usuario optará por relajar sus líneas de defensa. Los fabricantes son conscientes de esta circunstancia y, por ello, han comenzado a aplicar sistemas biométricos para identificar al usuario de una forma inequívoca pero muy cómoda.
Los últimos avances se dirigen hacia acabar por fin con las contraseñas. En 2015 se mantuvo invariable la lista de contraseñas más utilizadas entre los usuarios, de manera que si uno se encuentra con un celular por la calle, tiene altas posibilidades de desbloquearlo tecleando “12345” o “qwerty”. ¿Qué se propone como alternativa? Algo que combine eficazmente la seguridad con la conveniencia, y eso es lo que hacen precisamente los sistemas biométricos: usar la huella digital o la identificación facial.
Estos sistemas son muy cómodos de utilizar por parte del usuario y mucho más seguros que las contraseñas, ya que la identificación del usuario es inequívoca. Los últimos sistemas emplean la cámara frontal del teléfono para realizar una identificación del rostro.
Pero hasta que estos sistemas sean de uso masivo, se pueden emplear gestores de contraseñas: aplicaciones que se encargan no solo de almacenar de forma segura, sino también de sugerir nuevas claves por cada sitio en el que el usuario se registre.
Samuel Bello
Con información de El País.
Fotografía Gettyimages.
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