Mariano Rajoy afirmó que el pacto es un "acto de provocación"
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Poco a poco los secesionistas han venido ganando terreno. Lo que era un sueño para los catalanes puede estar a semanas de hacerse realidad. Pero el camino tiene piedras, muchas piedras. Del otro lado, como su principal oponente, está Mariano Rajoy, presidente del gobierno español, que ha prometido hacer todo lo que esté a su alcance en el marco legal para frenar definitivamente los deseos independentistas.

Solo un día después de la formación del nuevo Parlamento de Cataluña, los partidos secesionistas pactaron este martes en la cámara de Barcelona el inicio del proceso para proclamar la independencia de la región del noreste de España, de 7,5 millones de habitantes.

Junts Pel Sí, la alianza secesionista del jefe del gobierno regional en funciones, Artur Mas, y el partido independentista de extrema izquierda CUP -que juntos suman mayoría absoluta de diputados- presentaron una propuesta de resolución con la que quieren abrir en breve un proceso constituyente que siente las bases del nuevo Estado.

Es un «acto de provocación», dijo en Madrid Mariano Rajoy. El presidente del gobierno español compareció en La Moncloa pocas horas después de que se anunciara el acuerdo en Cataluña. En una declaración institucional, lanzó la advertencia más seria que ha hecho hasta ahora a los partidos independentistas.

Frenará la amenaza secesionista con todos los «mecanismos jurídicos y políticos» que la Constitución y las leyes otorgan al gobierno, dijo. «No renunciaremos a ninguno», aseguró, dejando la puerta abierta a suspender la autonomía de la región hasta que la situación vuelva a la normalidad.

A Rajoy se le ha achacado falta de firmeza en los últimos cuatro años frente al desafío que puso en marcha Artur Mas en 2012. Esta vez reaccionó con rapidez. El nuevo paso secesionista llega a menos de dos meses de las elecciones generales del 20 de diciembre en España y con el Parlamento español disuelto de cara a los comicios.

Antes de lanzar su «mensaje de tranquilidad» a los españoles en La Moncloa, Rajoy habló por teléfono con el líder de la oposición, el socialista Pedro Sánchez, y con Albert Rivera, el de Ciudadanos, la formación emergente a la que las encuestas sitúan actualmente en tercer lugar y que puede tener la llave de la formación de gobierno para uno de los dos grandes partidos tras los comicios.

«Mientras yo sea el presidente del gobierno, España seguirá siendo una nación de ciudadanos libres e iguales», aseguró Rajoy. «El gobierno garantiza y garantizará que no van a lograr sus objetivos y que esta propuesta de resolución, en el caso de ser aprobada en el Parlamento de Cataluña, no surtirá ni uno solo de sus efectos», manifestó el presidente del gobierno español.

La resolución presentada este martes por los independentistas prevé que en 30 días a partir de la aprobación del texto en un pleno extraordinario del Parlamento catalán comience la tramitación de las primeras leyes para desconectar a la región del resto de España.

Artur Mas planteó las elecciones del 27 de diciembre en Cataluña como un plebiscito sobre la independencia. Si las formaciones secesionistas lograban mayoría absoluta de diputados, se pondría en marcha el proceso hacia la separación. El paso llega cuando las negociaciones para investirle de nuevo aún no han fructificado por el rechazo que su figura despierta en la CUP debido a sus recortes en el gobierno y a los escándalos de corrupción que salpican a su partido, Convergència.

La formación está bajo sospecha de haberse financiado durante décadas con comisiones del 3 por ciento que cobraba desde las instituciones catalanas a cambio de la concesión de contratos.

Este mismo martes, las fuerzas de seguridad entraron en una de las viviendas de Jordi Pujol, mentor de Mas y presidente de Cataluña durante 20 años, y en las de tres de sus hijos en busca de pruebas de delitos de corrupción de los que la Justicia acusa a uno de ellos.

El primer paso para intentar frenar la iniciativa secesionista en el Parlamento catalán la dará en esa cámara el Partido Popular (PP) de Rajoy, con un recurso para evitar que sea admitida a trámite. Los socialistas y Ciudadanos lo apoyarán. Si no se admite el recurso, será ya el Ejecutivo el que asuma la iniciativa en base a las leyes.

Cuando asegura que su Ejecutivo no renuncia a emplear ningún «mecanismo jurídico y político» está admitiendo que no descarta aplicar el artículo 155 de la Constitución, que le permitiría suspender la autonomía de Cataluña y que jamás se ha utilizado.

Se trata de un mecanismo de defensa de la Carta Magna de carácter excepcional. Su aplicación dejaría en suspenso de manera total o parcial el ejercicio del derecho a la autonomía durante el tiempo que el gobierno considerase necesario para la vuelta a la normalidad.

Antes, no obstante, sería probable que recurriera al Tribunal Constitucional, que desde hace unas semanas tiene capacidad para suspender de sus funciones a un presidente regional u otros cargos públicos que incumplan sus sentencias.

KYL

Con información de dpa.

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