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Los terremotos no solo generan angustia al momento que ocurren, la devastación a su paso es algo que agobia por mucho más tiempo a quienes pierden sus hogares o ven grandes daños  en sus estructuras, sabiendo que colapsaran ante cualquier otro fenómeno natural. Por ello la arquitectura moderna trabaja en la construcción de estructuras más flexibles que en lugar de resistirse al temblor pueda moverse con él.

Hasta ahora se han adelantado normativas para que la construcción de inmuebles resulte eficaz y pueda proteger la vida de los ciudadanos. En el caso de la creación de viviendas se exige aplicar el encamisado, que es una técnica que añade al concreto una malla electrosoldada para incrementar la resistencia y mejorar su reacción ante fuertes movimientos de tierra.

Además se realizan estudios con posibles materiales de construcción más resistentes y menos propensos al colapso. El Laboratorio de Mesa Vibradora del Instituto de Ingeniería de la UNAM trabaja desde 1997 con mesas vibradoras que simulan los movimientos de las placas tectónicas y en ellas se han podido realizar análisis de estructuras y sus componentes.

Por ello los países propensos a sufrir constantemente estos fenómenos a medida que se reconstruyen se hacen más fuertes para soportarlos, aplicando nuevos implementos de construcción descubiertos en la arquitectura inteligente. Por ejemplo Chile que actualmente pasa por esta situación ha reducido el impacto en sus estructuras apostando por una construcción más segura.

YR

Con información de CNN Expansión.  

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