El 2015 se despidió en medio de fenómenos ambientales que están abatiendo al mundo
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El 2016 llegó en medio de fenómenos climáticos extremos: inundaciones en Sudamérica, Inglaterra y Estados Unidos; temperaturas por encima de cero grados en el Polo Norte; nevadas en México y una ola de calor en Australia, son algunos ejemplos.

Las temperaturas en el Polo Norte son anormalmente cálidas: entre 0 y 2ºC, superiores en por lo menos 20 grados al promedio habitual a causa de una poderosa y violenta depresión que afecta el Atlántico Norte.

El Ártico es la región del globo más afectada por el cambio climático, con temperaturas actualmente superiores en por lo menos 3ºC al nivel de la era preindustrial.

Sin embargo, sería prematuro vincular de manera exclusiva y directa esas altas temperaturas con el cambio climático, advierte Natalie Hasell, meteoróloga del ministerio canadiense de Medio Ambiente, e insiste en que los científicos no basan sus conclusiones en anomalías puntuales.

La depresión que afecta al Atlántico Norte también trajo una Navidad particularmente cálida en el este de Canadá (15,9ºC, el 24 de noviembre en Montreal, donde habitualmente se llega a los -10ºC). En los días siguientes hubo importantes caídas de nieve en la mitad del país.

Por otro lado, las nevadas sorprendieron a los mexicanos, en este fin de año, en el estado de Chihuahua, cerca de la frontera con Estados Unidos.

Los norteamericanos padecen a su vez una serie de tornados e inundaciones que dejaron al menos 49 muertos en estados centrales y del sur. El caudaloso Misisipi ya superó en cuatro metros su nivel de desborde en ciertas zonas, mientras espectaculares tornados devastaron partes de Texas.

En Argentina, Brasil y Uruguay, gigantescas inundaciones causaron decenas de miles de evacuados. Los servicios de meteorología siguen pronosticando más lluvias para enero.

Estos episodios meteorológicos se deben al fenómeno El Niño, particularmente potente este año, acentuado probablemente por el cambio climático, según algunos estudios científicos.

En el otro lado del mundo, en Australia, una ola de calor causó importantes incendios forestales y se espera que las temperaturas alcancen 38ºC en el sur del país.

A su vez, en Francia, las temperaturas excepcionalmente cálidas para el invierno desorientan a la naturaleza: en la Costa Azul han salido flores, habrá cosecha de fresas en el Perigord y de espárragos en Alsacia.

En España, el calor inusual y las débiles precipitaciones otoñales alimentaron los incendios forestales. Y varias ciudades de Italia limitaron la circulación para luchar contra la contaminación ambiental de partículas finas, favorecida por la falta de lluvias o de vientos.

El norte de Inglaterra padece, en cambio, inundaciones sin precedentes, que provocaron la evacuación de cientos de personas, especialmente en la ciudad de York. El Reino Unido vivió además su mes de diciembre más caluroso desde que empezaron los registros, en 1910, con una temperatura primaveral de 8º en promedio: 4,1ºC por encima de la media histórica.

LS

Con información de El Comercio.

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