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DOBLE LLAVE – Actualmente, la población de animales de compañía, en especial la de perros y gatos abandonados en las calles del país incrementa a ritmos acelerados, pues la cifra que para 2014 rondaba cerca de 200 mil mascotas en situación de calle, aumentó 50% el año pasado y se estima que para este año puede superar el 100%, de acuerdo a información que han suministrado, representantes de distintas asociaciones, encargadas de velar y proteger los derechos de los animales, en Venezuela.
La penosa situación de estos animales se origina, principalmente, por «la conyuntura económica que atraviesa la nación, la cual obliga a los dueños a desampararlos en las calles, ya que los responsables de los animales no pueden pagar entre 40 mil y 60 mil bolívares en comida para mascota”, informa Mary Ann Torres, Directora del refugio animal “Mi Gema”.
De igual modo, existen otros motivos que impulsan el abandono de animales, como marcharse del país, la llegada de un bebé o alguna persona alérgica a mascotas en la familia, entre otras que razones.
Sin embargo, la experta en protección animal indicó que esto, lejos de ser una solución genera consecuencias más graves, que van desde la “invasión de espacios residenciales o públicos, una descontrolada transmisión de enfermedades, garrapatas y otros agentes patógenos, hasta un crecimiento desproporcionado de su población, por mencionar algunas”, factores que merecen la atención de los entes gubernamentales, para que no se conviertan en un problema de salud pública.
Para evitar esto, Torres indicó que frente a la imposibilidad de comprar el alimento especializado para perros o gatos, la opción más viable es “ofrecerle a los animales, comida similar a la que ingieren los humanos” porque aún y con los problemas de escasez que existen, ésto constituye una solución rápida que si se hace de manera planificada, puede ajustarse al presupuesto del dueño y brindar los aportes nutricionales que requieren los animales. Por lo que recomienda, diseñar un menú que integre sueros de vegetales, consomé de restos de pollo (patas, pellejos o carapachos) o carne y pequeñas porciones de carbohidratos.
En virtud de esto, la Misión Nevado, en su portal web, explica que una de las formas alternativas que tienen los dueños para alimentar a las mascotas es realizar una fórmula compuesta de grasa, procedente de la proteína animal, que se puede encontrar en el hígado de pollo, hígado de res, corazón, bofe, tripas, residuos de pollo, cerdo o vaca, cordero, pescado y proteína vegetal, procedente de granos, la pira y moringa.
Carbohidratos, como el arroz, maíz, yuca, avena y vegetales como zanahorias, calabacín, berenjena, remolacha, chayota o auyama. Con estos ingredientes, el dueño puede seleccionar los que estén a su alcance y preparar una mezcla que combine al menos un elemento de cada grupo, se hornea, en pequeños trozos circulares, y adquiere una presentación y propiedades nutricionales similares a la perrarina o gatarina.
Esto cubrirá los requerimientos nutricionales del animal, aunque sea en menores cantidades, pero con ingredientes nutritivos, que podrán satisfacer y garantizar la salud de perros y gatos.
No obstante, si esto no resulta ser suficiente para quedarse con la mascota, Torres explica que pueden implementarse otros mecanismos, como dar en adopción el animal a un conocido o a un centro de protección animal, donde se les brindan servicios médicos, hospedaje y alimentación a los animales de compañía.
La proteccionista de mascotas también resalta que lo más importante es que los dueños de animales, desarrollen una cultura de cuidado, resguardo y atención hacía los mismos, con el propósito de establecer vínculos que los impulsen a hacer los esfuerzos necesarios para garantizar la manutención de los animales y evitar a toda costa el abandono de los mismos.
Mary Ann Torres y parte de su equipo
Yisneidy Pérez
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